mayo 16, 2019 3 lectura mínima
Mientras investiga y compra ropa de cama de lana, es probable que encuentre opciones que utilicen lana lavable. La lana cruda no se puede lavar a máquina en su estado natural; se necesita algo de procesamiento para llegar a ese punto, y algunos beneficios bastante importantes se pierden en el camino.
Cómo funciona la lana
Las fibras de lana natural están cubiertas de escamas con púas superpuestas llamadas células de cutícula. Es esta estructura la que le da a la lana suavidad y transpirabilidad y la convierte en un regulador de temperatura tan eficiente. Cuando pasas lana sin tratar por un ciclo normal de lavado a máquina o la pones en la secadora, esas escamas se entrelazarán entre sí; la lana se encoge y adquiere un aspecto y tacto de fieltro. Hay cosas que puedes hacer para que la lana sea más receptiva al lavado y secado a máquina, pero todas implican alterar la estructura básica de las fibras. Utilizando los métodos que se describen a continuación, se eliminan las puntas de las células de la cutícula para evitar que se afieltre. Básicamente, estás preencogiendo y alisando las fibras naturales. Si bien es lavable, el producto resultante ha perdido gran parte de su suavidad natural y de sus propiedades esenciales de absorción de la humedad. Precisamente las cosas que hacen de la lana una opción atractiva para la ropa de cama.
Llegando a Lavable
El método convencional para conseguir lana lavable implica cloro, polímeros químicos y mucha agua y energía. Las fibras se tratan con cloro y se recubren con un polímero de poliuretano que las modifica y les permite deslizarse unas sobre otras sin entrelazarse. Las aguas residuales resultantes contienen concentraciones significativas de toxinas dañinas, tan importantes que no son aceptadas por las instalaciones de tratamiento de agua de EE. UU. Debido a esto, la mayor parte de la lana clorada se procesa en el extranjero y se importa a los EE. UU., lo que suma costos de transporte y energía al ya alto impacto ecológico de este método.
Un método menos dañino y sin cloro es utilizar ozono o peróxido de hidrógeno para eliminar las incrustaciones. Ambas sustancias se descomponen en oxígeno y agua en la etapa de tratamiento de aguas residuales, eliminando la liberación de toxinas al medio ambiente. Otro enfoque para crear lana lavable implica el uso de un tratamiento de lavado biológico ecológico elaborado con extractos y aceites de plantas. Si bien estos enfoques menos severos son una mejora con respecto al uso de cloro, cada uno todavía requiere una cantidad sustancial de agua y energía. Y con todos estos métodos, las fibras naturales quedan irremediablemente alteradas.
Vale la pena el cariño
Entendemos el atractivo de tener un producto de lana que puedas simplemente tirar a la lavadora y secadora. Pero también entendemos las cualidades inherentes de la lana que la convierten en una opción superior para la ropa de cama, ninguna de las cuales vale la pena sacrificar por un poco de comodidad. Si a esto le sumamos nuestros esfuerzos por minimizar el impacto ambiental de todo lo que hacemos, la lana pura sin tratar es la opción obvia. Cuidar nuestros productos de ropa de cama de lana natural y orgánica sigue siendo bastante sencillo. En la mayoría de los casos, simplemente evite el ciclo de lavado (es la agitación lo que causa el fieltro) y seque al aire libre. Su ropa de cama conservará todas sus bondades y le brindará años de comodidad acogedora.
Consulte las páginas de nuestros productos para obtener instrucciones de cuidado completas.
Referencias
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